El diseño comenzó solo con el nombre, pero con el tiempo fue evolucionando hasta sentirse más llamativo y audaz. Aumenté el grosor de la tipografía para darle mayor presencia, pero aún no transmitía la diversión que buscaba para el producto. Para agregarle más personalidad, incorporé ilustraciones de frutas según los sabores del jugo. En las piezas publicitarias, cuando no se usa fruta, la "C" se vuelve a integrar dentro de la palabra “FRESCA,” lo que mantiene el logo limpio y flexible para distintos usos.

Realicé un vector de un barril, ya que las aguas frescas suelen venderse en recipientes con esa forma. Mientras experimentaba con la tipografía, también jugué con distintas combinaciones de color. Tomé en cuenta el patrón que tendría la ilustración final, por lo que decidí utilizar un contorno oscuro para definir mejor la silueta del barril.